UNA VENTANA AL MAR EN EL CORAZÓN DE SEVILLA

PRODUCTOS FRESCOS EN ELABORACIONES EXQUISITAS

Situado en el número 25 de la calle Arfe, a tan solo unos metros de la Catedral, La Isla te permitirá disfrutar del auténtico sabor del mar.

Desde 1946, somos un referente gastronómico en Sevilla por la calidad y frescura de nuestros pescados y mariscos y por disponer de un servicio que destaca por su destreza y profesionalidad.

La vitrina con género fresco a la calle es el emblema y la seña de identidad de nuestro negocio. Te invitamos a asomarte a esta ventana al mar y contemplar los lenguados, meros, rodaballos, corvinas, merluzas, nécoras, gambas, ostras y percebes traídos  directamente desde los puertos pesqueros de Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Almería, Galicia o Huelva en el mismo momento de descarga hasta el corazón de Sevilla.

La Isla es un lugar de visita obligada para aquellos que desean una experiencia culinaria inolvidable.

La isla en el tiempo, restaurante
La isla en el tiempo, restaurante

CONTEMPLAR MURALLAS CON OCHO SIGLOS DE HISTORIA

El rey castellano Fernando III el Santo no pudo derribar las murallas que protegían la capital del reino de taifa hispalense, tuvo que asediar la ciudad para poder someterla. Tras ser reconquistada en 1248, las murallas musulmanas quedaron en pie y siguieron defendiendo a Sevilla de sus enemigos, de las crecidas de las aguas del Guadalquivir y de las epidemias. Las cabalgatas reales pasaban a través de sus imponentes puertas, que eran un punto de encuentro para el pago de impuestos y almojarifazgos.

Aunque fueron derribadas en los ensanches del siglo XIX, gran parte de las murallas quedó oculta por la construcción de las añosas casas adyacentes. Finalmente, tras siglos de misterio, han salido a la luz. Son muros realizados de tapial y argamasa, cantos rodados, arena, cal; compactos, de  enorme resistencia. Los mismos que no pudieron abatir los caballeros cristianos, aquellos que tuvieron que abandonar los almohades añorando alcázares de oro, fuentes de luz, palmeras y alminares.

Sentado en nuestro restaurante, situado a unos metros de las Atarazanas Reales y el arco del Postigo del Aceite, podrás contemplar estas murallas recuperadas tras nuestra última reforma y, de este modo, formar parte de nuestra historia.